Cefalea en racimos

¿Qué es la cefalea en racimos?

La cefalea en racimos, también conocida como cefalea de Horton, es uno de los dolores de cabeza más intensos que se describen (por eso es importante que sepa lo que es y cómo tratarlo). No es raro; aproximadamente una de cada 1000 personas lo padecen. Suele comenzar alrededor de los 30 años de edad y, a diferencia de la migraña, es mucho más frecuente en varones. Se conoce a esta enfermedad con el nombre de cefalea en racimos porque cursa en brotes » racimos » de dolor que suelen durar dos – tres meses aparecen en general cada dos – tres años (de media). Aunque la frecuencia de los racimos es variable (hay personas que los tienen cada año y otras cada década , por ejemplo) la cefalea en racimos es para toda la vida. De ahí la importancia de esta información; aunque el racimo haya cedido piense que tiene una enfermedad que, con seguridad total, va a volver.

¿Cómo se manifiesta la cefalea en racimos?

El dolor de la cefalea en racimos es muy típico. Es intenso, se localiza alrededor de un ojo (siempre en el mismo lado) , suele aparecer a la misma hora del día (casi siempre por la noche) y se acompaña de lagrimeo, enrojecimiento del ojo, caída del párpado, contracción de la pupila y taponamiento nasal del lado del dolor. En los racimos, el dolor aparece entre una y varias veces al día y dura entre 30 minutos y 3 horas.

¿Por qué tengo cefalea en racimos?

Como es lógico, dada la intensidad y recurrencia de sus dolores, puede pensar que tiene algo malo en la cabeza. Todos los estudios que se llevan a cabo en pacientes con cefalea en racimos son normales. El diagnóstico solo se puede hacer, por tanto, con los síntomas tan típicos. Hoy en día sabemos que la cefalea en racimos se produce por un trastorno funcional de una zona en la región profunda del cerebro que se conoce con el nombre de hipotálamo. Para que usted se entienda es como si, durante los racimos, su hipotálamo funcionara más intensamente de lo normal. Aunque hay muchas investigaciones en marcha, todavía se conoce bien cuál es la razón por la que ocurre esta actividad fuera de lo normal del hipotálamo, aunque sabemos que en esta enfermedad no hay tumores u otro tipo de lesiones en la cabeza.

¿Cómo trata el dolor de un racimo?

Como ya hemos dejado claro, cada aproximadamente varios años usted tendrá un racimo de dolores. Cuando sufra dolores un par de días seguidos tenga por seguro que tendrá un racimo: esto significa que tendrá uno o más dolores todos los días durante 2-3 meses. Por tanto , tiene que saber lo que tiene que hacer si comienza un racimo. En primer lugar, tiene que conocer el tratamiento de los episodios de dolor. Los dolores de la cefalea en racimos no responden a ningún fármaco en pastillas; tampoco responden a la morfina o sus derivados. Solo responden al oxigeno puro o a sumatriptán (Imigrán) autoinyectado. Todos los pacientes con cefalea en racimos deberían poder recibir oxígeno en su domicilio para las crisis de dolor. Es muy eficaz y no tiene efectos secundarios. Cuando no haya oxigeno disponible se puede usar sumatriptán subcutáneo de 6 mg. Viene preparado para podérselo autoinyectar fácilmente. Como el oxigeno , es muy eficaz, pero no podemos usar más de 2 inyecciones al día y este fármaco está contraindicado en pacientes con determinados problemas del corazón o mal control de la hipertensión arterial. Estos son las dos opciones más eficaces; unos pocos enfermos responden a zolmitriptan 5 mg en spray nasal.

¿Cómo se trata la cefalea en racimos? ¿Cómo puedo hacer para que sea menos frecuente?

Además del tratamiento de los dolores, los pacientes han de tomar en cuanto empiece un racimo tratamiento preventivo para cortar el racimo cuanto antes. Este tratamiento es clave; si no se hace bien y rápido sufrirá y corre el riesgo de que su cefalea en racimos empeore. De todo lo que le explicamos aquí esto es lo más importante para que consiga mejor calidad de vida. Existen diferentes alternativas de tratamiento y la decisión debe ser consensuada entre médico/a y paciente. Entre los fármacos más usados se encuentra el verapamilo y topiramato. El objetivo con esto es que los dolores se hagan menos frecuentes cada vez, pero no se logra nada más iniciar su toma. Hasta que empiece a hacer efectos se suele proponer como terapia puente un pauta de pocas semanas de corticoides bajando la dosis progresivamente hasta suspender. Recuerde que el tratamiento debe ser individualizado para cada persona, conviene hacer un seguimiento estrecho ante este tipo de cefalea.