SÍNCOPE Y PRESÍNCOPE

¿Qué es un síncope?

Un síncope es un episodio transitorio de pérdida de consciencia y del tono postural, con la consecuente caída al suelo. El presíncope es la sensación de que esto fuera a suceder, sin llegar a perder la conciencia. suele durar pocos segundos, y se recupera rápidamente de forma completa. Se puede acompañar de otros síntomas como mareo, piel pálida y sudorosa, pérdida de visión, visión borrosa, palpitaciones, incluso movimientos involuntarios.

Los síncopes se producen por un flujo o presión de sangre insuficiente para el funcionamiento normal del cerebro. Digamos así como que el cerebro se desconecta por segundos en caso de que no reciba el oxígeno y los nutrientes necesarios por la sangre. De forma metafórica como si se apagara una pantalla cuando la desconectamos de la corriente.

¿A qué se debe el síncope?

Las causas más frecuentes son la “ortostática” (al levantarnos) y la “vasovagal”. En ambos sucede que hay una caída brusca en la presión de sangre que va hacia el cerebro. Si su médico/a considera oportuno, puede que sea valorado por un Cardiólogo. Habría que sospechar que la causa sea neurológica, especialmente cuando se manifiesten síntomas que orienten a epilepsia, se tarde mucho en recuperar la conciencia y esto suceda con una gran confusión posterior.

¿Con qué se relaciona el síncope?

El desencadenante más habitual suele ser levantarse de forma rápida, en cuyo momento la cantidad-presión de sangre que se envía al cerebro es insuficiente, por lo que se recomienda a levantarse despacio para que dé tiempo a que su cuerpo se adapte. Otros posibles desencadenantes son determinados medicamentos, el calor, el estrés, el miedo, la ansiedad, grandes multitudes, un esfuerzo físico, el ayuno, toser, orinar, la menstruación, un dolor intenso, entre otros. Las personas con tensión arterial baja suelen tener mayor predisposición a estos episodios.

¿Qué debo hacer si tengo un síncope?

En el caso de que usted tenga esos síntomas, desde que inicie los primeros síntomas, debe tumbarse en el suelo o en la cama-sofá para evitar caerse y golpearse. Si hay alguien con usted, avise que tiene esos síntomas para que le ayude. Si no puede tumbarse, podría ayudar ponerse de cuclillas lo más cercano al suelo y toser fuerte, para aumentar el volumen de sangre al cerebro. Posteriormente, una vez recuperado/a, vaya incorporándose poco a poco antes de levantarse. Es normal que se pueda quedar con malestar general o cefalea después.

¿Debo consultar por el síncope?

Sí, las causas son muy diversas, solicite una valoración profesional si tiene estos síntomas. Recuerde ir siempre acompañado/a por algún testigo de lo sucedido para que aporte más información. Si esto se repite con frecuencia, anote en un calendario los días que sucede y llévelo a consulta. Intente investigar con qué relaciona esos episodios.

En la medida de lo posible se recomienda tomar la tensión arterial y mirar la glucosa (azúcar) en sangre durante esos episodios. Conviene al menos hacer un electrocardiograma y una analítica básica para descartar posibles causas como una anemia o un problema eléctrico cardiaco.